Fisioterapia.
La Fisioterapia es el conjunto de métodos, actuaciones y técnicas que, mediante la aplicación de medios físicos, curan previenen, recuperan y adaptan a personas afectadas de disfunciones somáticas o a las que se desea mantener en un nivel adecuado de salud.
Mediante el conjunto de métodos, actuaciones y técnicas, a través de la aplicación tanto manual como instrumental de medios físicos, curan, recuperan y adaptan a personas afectadas de disfunciones somáticas, psicosomáticas y orgánicas, la fisioterapia procura una amplia mejoría en la patología a tratar. La fisioterapia tiene también un carácter preventivo y puede recomendarse a las personas que desean mantener a un nivel adecuado de salud.
Los tres pilares para un buen tratamiento de fisioterapia son:
PROTEGER
Es prioritario entender los posibles condicionantes que hacen que el problema que tengo perdure en el tiempo. Por ello la educación en salud es una de nuestras prioridades. Si te duele la espalda desde hace 20 años o siempre que corres cierta distancia te duele la rodilla, es muy probable que haya hábitos que impidan la mejora de la situación. Cambiar esos hábitos es en muchos casos, el mejor método coste-beneficio para conseguir los resultados deseados. Ayudar a conseguir estrategias prácticas y realistas es uno de los grandes retos.
CORREGIR
Cuando tenemos unos hábitos correctos, la parte de corregir es mucho más fácil, e incluso en algunos casos no es necesaria.
Aquí entran todas las herramientas específicas con las que trabajamos para mejorar aquello que impide que la lesión evolucione correctamente. En esta parte hay que descifrar el factor limitante y trabajarlo específicamente.
Nos encanta esta parte, es donde todas nuestras horas de estudio, pasión y conocimiento se ponen en práctica. El gran problema es que sin la primera parte, unos buenos hábitos, la corrección puede quedarse en un parche, pero trabajando conjuntamente la probabilidad de éxito se multiplica.
FORTALECER
Habiendo conseguido las dos primeras partes, toca afianzar el proceso fortaleciendo los eslabones débiles, recuperando un equilibrio y armonía para mantener un cuerpo robusto y resiliente, capaz de afrontar aquello que le demandamos.
Entre esas patologías, se pueden tratar las siguientes: contracturas, cervicalgias, dorsalgias, lumbalgias de tipo agudo y crónico, tendinitis, esguinces...etc. Además, la fisioterapia es clave para una buena rehabilitación que sirva de recuperación de lesiones, post-quirúrgica, gerontológica